Mis Pensamientos

Si la mente tuviera voz, me imagino todo lo que se podría decir. Pero que bueno que nuestra mente es muda.



viernes, 6 de mayo de 2011

Un cuento perfecto

Esto no lo inventé yo, sino es un cuento muy conocido en varias partes del mundo. Es para leerlo en el dia de la madre.


La leyenda del ángel llamado: Mamá

Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios: “Me dicen que me vas a enviar a la tierra, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?”Dios le dijo: "Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará."
“Pero dime Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.”
“Tú ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.”
“Y ¿cómo entender, Dios lo que la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?”
Dios le contestó al niño: “Tú ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.”
“Y ¿qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?”
“Tú ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.”
“He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?”
“Tú ángel te defenderá aún a costa de su propia vida”.
“Pero estaré siempre triste, porque no te veré más Dios.”
“Tú ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia aunque yo siempre estaré contigo.”
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente.
“Dios mío, Dios mío, si me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?”
Dios le contestó:”Su nombre no importa..... Tú le dirás... Mamá”


Si tienes una madre todavía, da gracias al Señor que te ama tanto, que no todo mortal podría, dicha tan grande ni placer tan santo.

Si tienes una madre todavía...Sé tan bueno que ha de cuidar tu amor su paz sabrosa, pues la que un día te llevó en su seno, siguió sufriendo y se creyó dichosa.
Veló de noche y trabajó de día, leves las horas en su afán pasaban, un cantar en sus labios te dormía, y al despertar sus labios te besaban.
Enferma y triste, te salvó de anhelo, que sólo el llanto por su bien querido, milagros supo arrebatar al cielo, cuando ya el mundo te tenía perdido.
Ella puso en tu boca la dulzura, de la oración primera balbuceada, y plegando sus labios con ternura, te enseñaba la ciencia de la vida.

Si acaso sigues por la senda aquella, que va seguro a su feliz destino, herencia santa de la madre es ella, tu madre sola te enseñó el camino.